Nosotros

Como mamá y una de las fundadoras de esta iniciativa, la Fundación Down UP ha sido no sólo un gran desafío, sino también un sueño hecho realidad. Una inspiración que nació con la llegada de nuestra Antonia, y que se fue forjando y cobrando vida junto a otras familias que como nosotros también entendieron el valor de apoyarnos, escucharnos y saber que no estamos solos. Hoy, como directora de FDUP, estoy convencida de que nuestro trabajo, entrega y compromiso, dejará una huella no sólo en las madres y/o padres con niños/as con síndrome de Down, sino principalmente en la construcción de una sociedad que valore y conviva en diversidad, entendiendo además que las familias y entornos de nuestros hijos son esenciales para su desarrollo y para sembrar tempranamente en ellos la semilla de la autonomía.

Gracias al apoyo y acompañamiento que recibí por parte de una Familia Monitora UP!, quienes sin conocerme me recibieron en su casa con total apertura y cariño, pudimos orientarnos en este mundo desconocido y que desde ese momento empezamos a construir como familia. Por eso decidimos participar en la Fundación

Siento que desde que tuve a Elisa, hace ya seis años, nació también la necesidad de recibir a nuevas familias para apoyarlas en este proceso y a eso me dediqué por mi cuenta. Así llegué a la Fundación DownUp!, y pensé que en Ñuble necesitábamos una filial que pudiera concentrar este trabajo no sólo en Chillán, sino que también en las distintas comunas de la región, porque la importancia de compartir experiencias no tiene límites al igual que nuestros niños. Me motiva la idea de poder acoger a las nuevas familias, de hacer comunidad en torno a nuestros miedos, desafíos y alegrías y creo que hasta ahora, los objetivos se han cumplido a cabalidad.

Me moviliza el enseñar y trasmitir de corazón, que el tener un hijo con Síndrome de Down es maravilloso y está muy lejos de ser una mala noticia porque iES TODO LO CONTRARIO!. Hay que aprender y saber, pero más que nada, CREER que son una parte fundamental de la sociedad y que son capaces de lograr todo lo que se proponen.

Cuando nació mi hijo Bautista no tuve la oportunidad de tener la visita de una familia monitora. Luego viviendo en USA participé de un grupo de padres que acompañaban a otras familias que tendrían un hij@ con SD y al ser parte de ese proceso descubrí la importancia de vivir este gran acontecimiento acompañada con otros, con Alegría, con tu tribu, tal como lo hacemos en Chile con Fundación Down Up! #JuntosMejor

Lo que me moviliza hoy ser parte de F Down Up es acompañar a otras familias de niños con SD a vivir este proceso de manera natural, enfrentando sus miedos y derribando mitos. Hacerlos sentir que no están solos en este camino y que siempre habrá alguien que los acoja y los guíe desde el amor y la experiencia. Mostrarles que este mundo UP tiene un millón de oportunidades para nuestros hijos y que la verdadera inclusión es la que se hace desde el corazón.

Mi gran movilidad de ser parte de esta valiosa Fundación, es mi hija Florencia , ella me enseña día a día que las cosas buenas de la vida vienen desde el interior, y eso es lo que quiero transmitir a las familias que comienzan este nuevo y perfecto camino.

Ser parte de Fundación Down UP! me ha permitido acompañar a familias y profesionales, para crear con ellos contextos que confíen, guíen y faciliten el desarrollo de niños y niñas en su diversidad. Desde acá, espero contribuir a la construcción de una sociedad más justa, cariñosa e inclusiva, que valore y cuide la infancia, sin distinciones.

Mi motor para ser parte de la Fundación Down UP es mi hijo Santiago (SD), con él nació mi necesidad de colaborar y trabajar en la inclusión de nuestros hijos desde el nacimiento, quisiera que las nuevas familias se sientan desde el día uno acompañados, acogidos y bienvenidos a esta hermosa tribu.

Me moviliza a ser parte de la Fundación Down Up, el poder aportar desde mi rol como Directora toda mi experiencia corporativa en áreas comerciales y marketing, para que cada vez la Fundación crezca más, se haga más conocido y relevante su propósito y hagamos más presente la importancia de la inclusión en nuestro país.

Cuando nació Emma para mi no hubo nada más valioso, tranquilizador y enriquecedor, que escuchar la experiencia de otra mamá que ya había pasado por lo mismo. Este camino que me parecía incierto en su minuto tuvo un revés después de esa conversación. Fue a partir de mi experiencia personal que quise ser parte de FDU, para poder compartir yo también el cómo ha sido nuestra maravillosa historia en este camino, acompañar y guiar a otras familias, y para seguir creciendo en conocimiento como persona y derribando mitos junto a esta gran comunidad UP. Soy una convencida de que #juntosmejor.

Mi interés por la inclusión inició hace varios años, cuando decidí realizar mi tesis de magíster en inclusión educativa. Terminé este proceso convencida de que la diversidad es lo que determina la riqueza de la sociedad. Luego, la llegada de mi amado Facundo me hizo confirmar que mi objetivo de vida es aportar para que la inclusión sea una realidad. Creo que el reconocer, valorar y aprovechar nuestras diferencias es, quizás, el desafío contemporáneo más grande y lindo al que nos enfrentamos como humanidad. Decidí ser parte de la Fundación porque siento que el conocimiento y la creación de comunidades son clave para enfrentar de la mejor forma posible el desafío de tener un hijo con síndrome de Down. Espero, a través de mi experiencia, ayudar a que muchas familias disfruten genuinamente del proceso de acompañar a sus hijos a crecer.

Decidí ser parte de la Fundación con el interés de compartir experiencias y congregar a las familias que tengan niños con síndrome de Down en la región de Ñuble. Nuestra idea siempre ha sido poder ser una ayuda y compañía para las nuevas familias. Visibilizar el síndrome de Down, sacarlo a la calle, que la gente nos conozca, para que de esa manera le pierdan el miedo y se pueda lograr una verdadera inclusión en los colegios y en la vida laboral, para que los jóvenes y adultos encuentren espacios donde desarrollarse.

La principal motivación que tuve para unirme a la Fundación DownUp! nació porque siento que en regiones es muy escaso el apoyo que se entrega a las familias que tienen hijos con síndrome de Down. La principal inspiración es poder, desde Ñuble, recibir y acoger a esas nuevas familias tal como me hubiera gustado que me acogieran cuando tuve por primera vez en mis brazos a Juan José. Quiero transmitirle a las nuevas familias de mi región que la pena pasa y que desde ese minuto, se abre un mundo de felicidad y posibilidades para cada uno de esos niños.